miércoles, 1 de mayo de 2013

Que te rías
que me abraces
que la tranquilidad de tu voz acaricie mi nombre
que me esperes, o que sigas
pero que estemos cerca
que nunca se filtre el dolor entre nosotros
que la distancia no haga estragos
que percibas cómo tiemblo
que los inviernos no nos calen hasta los huesos de soledades
ni se nos inunde el alma de amores fallidos
que llegue el momento
que tu piel recuerde la mía
que podamos salvarnos, aunque sea de nosotros mismos
que nos burlemos del desencuentro
que el tiempo no se llene de espinas
que me mires y entiendas
que sigamos en sintonía
que tu brillo sea eterno
que tu boca me quiera
que no nos olvidemos
que algún domingo se harte de vernos soñar entrelazados
que esa canción no deje de traerte a mí
que la intensidad nos deje ilesos
que siempre estemos de humor para otro juego
y que intuyas, entre líneas, las palabras que omito.