sábado, 22 de abril de 2017

uno no entiende la magnitud de las causalidades,
no al menos desde la órbita en la que percibimos lo que sucede
estuve allí para encontrarte
fuiste allá para reconocerme
todo nos fue guiando, nos fue llamando, nos fue acercando a este presente
el destino es una especie de imán, una corriente a la que no nos podemos resistir
la pregunta es: ¿el mar es el fin?
¿lo conocí para admirarlo? ¿para amarlo?
¿o para que me inspire estas palabras y tu me leas?
¿o quizás lo que deba conocer es la pérdida?
¿en qué parte del entramado estoy?
¿hasta dónde llego? ¿cuánto durará esta paz?

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